Perfumes, olores y otros aromas.

Colonias, after-shave y algún que otro perfume.

El olor es uno de esos sentidos que nos indican en que lugar estamos o con que clase de persona estamos tratando. El sentido del olfato, situado en las fosas nasales, es uno de los sentidos más importantes del organismo y al que curiosamente le damos menos importancia. El sentido del gusto que lo tenemos en la lengua solo nos indica cuatro gustos, ácido, amargo, dulce y salado mientras que el sentido del olfato es lo que nos da gusto a las comidas. Este pequeño detalle lo conozco porque un amigo mio tuvo un accidente de coche bastante grave y perdió el sentido del olfato, total que la comida no le sabe a nada, bueno sí, le sabe a dulce, salado, ácido o amargo, desconoce si un alimento se encuentra en buen o mal estado lo que le hace que el hábito de comer sea algo peligroso, ¿curioso verdad?

Hay muchas clases de olores, los perfumes o colonias son de los más agradables. Una mujer con un perfume suave, dulce que embriaga siempre me ha encantado, oler esas clases de fragancias me hace activar el sistema límbico, siempre me ha pasado. Personalmente lo primero que hago al mirar a una mujer es observar la curvas, no me gusta mentir, eso que se dice que lo que primero mira un hombre son los ojos no os lo creáis. Después de mirar y remirar lo que hago es olerla, si así como suena, me sitúo a una distancia prudente y empiezo a aspirar el aroma que emana de su cuerpo. Esto que parece una tontería indica la clase de higiene que tiene esa fémina, también indica el poder adquisitivo que tiene, no es lo mismo oler a agua y jabón que también es algo agradable que llevar puesto un perfume del tipo que sea. Por cierto, la higiene no está reñida con la pobreza.

Llevando el asunto al sexo masculino está bastante claro que no solemos tirar de perfume o colonia. Creo que el after-shave, la loción para después del afeitado, se montó con la excusa de vender algo de este producto. Es raro encontrar a un hombre que se acicale de esta manera, somos más de agua, jabón y desodorante, la colonia la dejamos apartada, no nos han educado en esta clase de coquetería, creo que es una cuestión más de épocas y usos que un tema de masculinidad o testosterona. Por comentar, hay una cantidad de productos de perfumería que se venden que me parece una locura. Casi todos los cantantes, actores y demás personajes del mundo de la farándula los venden, sinceramente no se cual es la razón. Hay veces que entrar en una perfumería es un acto de heroísmo por la cantidad de colonias, perfumes y lociones que hay, caso a parte es la capacidad de captar aromas cuestión en la que los humanos estamos bastante limitados.

Bajando de escalón están las personas que no huelen a nada. Es curioso, son como personas neutras, les falta esa especie de chispa que dan los perfumes, colonias y fragancias que se venden. Son personas asépticas, sin ninguna clase de aroma, son como se suele decir unos sin sal, como comer un plato de lo que sea y no echarle la sal, vamos que no saben a nada en este caso no huelen a nada. Por cierto, los perfumes también definen a las personas ya que cada uno lleva su fragancia personal de hecho se puede saber cuando ha llegado una persona  y de quien se trata.

Llegamos a esa clase de aromas que no son agradables para nadie como son los sudores o los efluvios corporales que todos tenemos por el hecho de tener la actividad que se tiene. Aquí haría una excepción, hay personas que huelen a sudor por motivos puntuales de trabajo o actividad, el calor también influye en nuestro quehacer diario. Yo personalmente lo llamo el sudor del obrero, es un sudor noble que viene de su actividad laboral y que se soluciona con una buena ducha pero, aquí viene el pero, existen una clase de personas que arrimarte a ellos supone plantearte cuando fue la última vez que esta persona vio una esponja o cuando pisó un plato de ducha, te hace pensar si saben que existen esos productos como champú, jabones, gel y agua que sirven para lo que sirven. Te planteas ir a la tienda más próxima a comparte una careta anti-gas, con lo fácil que es una ducha diaria simple y llana de agua y jabón y lo a gusto que uno se queda. Por no hablar de hombres, curiosamente siempre son hombres, que llevan la misma ropa desde hace varios años, ya no es la falta de higiene personal sino también la falta de limpieza general que llevan esos <<señores>>, conozco varios casos y no son personas pobres de solemnidad sino todo lo contrario.

Pequeños frascos.

El olor que emana de estas personas es como un hedor pestilente, una especie de mezcla de olores compuesto por humedad, sudor, orina, suciedad y otra clase de efluvios que no logro identificar. Cuando se van queda en el ambiente el <<aroma>> donde ellos han estado, lo curioso de todo ésto es que además no se enteran de su situación, luego o no les funciona el olfato o se trata de una tara mental. Muchas veces pienso en meter a estas persona en un barril lleno de agua con la ropa y todo, coger unos estropajos, jabón  y empezar a frotar toda la mugre que tienen, además tenemos en este país duchas municipales donde uno puede ir a asearse si así lo desea, por lo visto algunas personas lo desconocen.

Personalmente me ducho a diario, agua y jabón, bueno champú. La ropa se lava adecuadamente, colonias no uso mucho tan solo las lociones para después del afeitado. La higiene personal siempre es algo importante que no se debe descuidar, bueno lo confieso, de vez en cuando me pongo una gotas de colonia, uno que es un poco coqueto que le vamos a hacer. Me gusta tener la casa bien olorosa pero con plantas o flores no con esos productos químicos que venden por ahí. Los olores dulces y suaves son lo que me gustan, no me van demasiado los olores de colonias demasiado cargantes me hacen estornudar compulsivamente a parte que el olor se te puede quedar pegado. Hablando de esto, el olor que se queda pegado a la ropa es el olor a tabaco, parece increíble pero a veces llego a casa y cuando huelo la ropa parece que he estado fumando todo el día, por cierto no se si lo he comentado alguna vez pero soy una persona que jamás a fumado un pitillo en su vida ni siquiera por curiosidad.

Y vosotros, ¿qué tal oléis? Escríbeme unas líneas hablándome de tus perfumes, sí justo ahí donde pone comentarios, gracias a todos por vuestro interés.

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